Mens sana in corpore sano

La vida está llena de decisiones. ¿Café o té? ¿Bus o a pie? ¿Liso o rizado? ¿Ciencias o letras? ¿Rojas o negras? ¿Entras o sales? ¿Juegas o miras? ¿Uno u otro? ¿Otros o tú?

Cada pequeño paso que damos es una decisión, algunas son automáticas y otras requieren algo más de reflexión; además están esas que te hunden en el limbo, en donde la decisión acaba siendo: o decides algo o te ahogas ahí.

Persiguiendo una estrella fugaz me perdí en ese limbo y ahora no sé cómo salir. Los efectos de mudarte a ese confuso lugar son que las fuerzas se te agotan y que la vida en rosa se termina por desteñir. Acabas existiendo en vez de viviendo y acabas esperando en vez de siendo.

Llegados a este punto lo que tengo claro es que no decidir es la peor decisión. Que la que espera, desespera; y que nuestro día a día es nuestro templo, nuestro tesoro, nuestro presente, y que si no lo cuidamos nosotros, nadie lo va a hacer. Así que, hoy es el día en el que comienza la metamorfosis, el viaje, la búsqueda, el retorno. Para que mi vida pueda volver a ser mi bebé mimado, mi obra de arte, mi diamante en bruto, he comenzado por ordenar mi casa, cuidar mi cuerpo y liberar mi mente. Como principio de una lista de cosas que voy a hacer para tenerme de vuelta a mi y a mi vida.

#1: MENS SANA IN CORPORE SANO

Con esto de trabajar tanto he perdido mi maravillosa costumbre de hacer ejercicio todos los días y de comer sano, y he visto de qué manera eso me ha desequilibrado (mentalmente sobre todo). Así que hoy,  tras ordenar mi casa y comer verde, he hecho yoga en la terraza de mi piso, lo cual es, ya de por sí, el paraíso. Y puedo decir que la paz interior parece que quiere volver a mi.

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