El secreto está en la piel

La piel es el lienzo y sin él no se puede crear.

Las mujeres de mi familia desde siempre me han transmitido la importancia de cuidar la piel. Llenan sus salas de baño de frascos y cremas, serums y tónicos, hechicería para poder convertir la base de maquillaje en un accesorio más que en una necesidad. Hoy en día soy capaz de ver los resultados en ellas y sin duda quiero seguir sus pasos.

Previenen y cuidan  para nunca tener que prescindir de lo natural, porque eso es lo que queremos las Mateo. Fui oficialmente introducida en en ese curso avanzado sobre la piel con mi primera crema hidratante, una Natura Bissé que mi madre me regaló en la adolescencia y que tardé mucho en apreciar. Cosa que probablemente hoy amaría mucho y gastaría rápido.

Parece mentira que hace unos años, mi madre tuviera que decirme que como no me desmaquillara, se me caerían las pestañas, para que yo empezara a acostumbrarme a borrar todo rastro de las largas noches de fiesta de la cara antes de acostarme. Hoy sería incapaz de meterme a la cama maquillada, y eso, es el primer mandamiento para una piel bonita.

Recuerdo el discurso de mi madre cada noche como un mantra mientras me lavo la cara, primero con agua y jabón (el menos agresivo posible) y desmaquillante para los ojos después: Es importante dormir con la cara limpia e hidratada, ya que mientras dormimos,  la piel se regenera, respira y hace su magia.

Desmaquillarse no es más que abrir la ventana para que pueda entrar el sol, y con el sol me refiero a la crema hidratante, la cual mezclo con un par de gotitas del secreto Mateo, el aceite de rosa mosqueta. Todo para preparar las ocho horas de sueño que van a cuidar nuestra piel.

El mismo rito es aplicable por las mañanas: limpiar con agua micelar  e hidratar en mi caso con las mismas gotitas de aceite de rosa mosqueta mezcladas con la crema hidratante, todo para evitar que la piel se seque con este frío invernal.

A toda esta sabiduría Mateo he podido agregar un secreto que una boticaria me confesó en Buenos Aires: la mejor manera de limpiar la cara es: Poniendo un poco de jabón a una de las capas (por llamarlo de alguna manera) de una esponja de mallas y masajeando el rostro suavemente hasta conseguir que tu cutis sea seda. Palabrita de exiliada que funciona.

Si queréis conocer más secretitos no olvidéis suscribiros al blog y por supuesto estaría encantada de conocer vuestros trucos de hechicería para conseguir una buena hidratación.

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