Keep calm y encuentra tu disfraz

Buenos días a todas las manzanas y rosas que me leen.  Espero que vuestro treinta y uno de diciembre estuviera lleno de festejos, alegría y mucho amor, y que vuestro comienzo de año estuviera lleno de propuestas, ilusiones, sueños y esperanza.

El fin de mi 2015 fue hermoso, en el post de ayer recordé los BEST OF 2015 y los próximos estrenos del 2016 de mi vida, pero en el de hoy dejaré el pasado pisado y el futuro ordenado, tal y como dije ayer y me centraré en esa transición del 2015 al 2016.

El mundo celebraba el fin de año con elegancia y glamour, las señoras pasearon sus labios colorados, las niñas sus tacones de vértigo, los caballeros lucieron sus mejores bigotes y los caballeretes sus corbatas nuevas y demasiado largas. Mientras que en mi pequeño rincón del mundo la rebeldía inunda las calles en forma de Star Wars, Barbie esquiadora y demás disfraces que la gente con esmero y dedicación prepara para dar la bienvenida al nuevo año que comienza. También hay que decir que no todo el mundo invierte tiempo y dinero en preparar ese atuendo que como Cenicienta a cierta hora de la noche ya desaparecerá. Yo estaría en ese último grupo de personas que desafían su sentido del ingenio y no preparan nada hasta que el pánico nos ahoga el día 31 de diciembre a las 8 de la tarde cuando ya ni el dinero va a poder sacarte de ese apuro, ni el tiempo va a estar de tu lado.

Ayer creí que tenía mi vestuario controlado para la gran noche, me imaginaba a mi misma como Taylor Swift en Wildest dreams, una especie de exploradora vintage. Lo tenía todo: los pantalones marrones de talle alto, la camisa blanca, las botas altas, las tenacillas  José Eber  para el pelo y el rouge para los labios; pero muy a mi pesar no era lo mismo que en el videoclip sin la sabana y los leones de fondo, lo que me dejaba bastante desubicada. Al final resulta que mi ingenio brilló en uno de esos momentos en los que de verdad necesitas que brille. Me abrigué con un abrigo marrón con cuellos de borreguito me até un gran pañuelo de lado en el cuello y como por arte de magia me convertí en una aviadora vintage bastante coqueta (por lo del rouge en los labios y eso). Definitivamente tendré que hacer un post sobre cómo preparar un disfraz LOW COST-NO TIME-S.O.S. para poder ayudar a los pobres desorganizados que como yo dejen eso de preparar el disfraz para última hora. Yo os comprendo porque yo ayer lo hubiera agradecido, y mucho.

Al final la Noche Vieja fue hermosa, mi prima ahogándose con las uvas, mi hermana pequeña con una peluca blanca, los raros que no comen uvas comiendo lacasitos, y yo que ni me gustan las uvas ni me gustan los lacasitos comiendo… trocitos de kiwi ¿Qué mejor que empezar el año con un cítrico pecoso?

Cuando la etapa familiar hubo acabado salí a bailar. Me encontré con viejas amistades que hacía tiempo que no veía, un petardo me salpicó en la pierna, el portero de un bar me confundió con una maleante y no me quería dejar entrar a un bar. WHAT? Pues sí, cuando piensas que tu cara es tan angelical que se merece una aureola perpetua, van y te dicen que tienes una gemela malvada en la ciudad…. Cuanto menos, curioso.

Bueno, a los viejos amigos, a los nuevos, a los que me leéis cada post, a los que me decís que lo hacéis para hacerme sentir mejor, a los que cuando sea una blogger/vlogger famosa leáis mis post antiguos, a los gemelos malvados y a los porteros con mala memoria, a mi prima la que se atraganta, a los que comen lacasitos en vez de uvas y a los que no les gustan los lacasitos, a todos, os deseo un muy feliz año!

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