Pasado pisado, futuro ordenado

Mi ausencia de esta última semana no ha sido por que me tocó la lotería, ni mucho menos,  me he dado cuenta de que no siempre las señales conducen al camino más obvio, puede ser que toda esa historia del 21.12  no la llegue a entender hasta que cumpla los 121 años.

Con todo esto del fin de año me he puesto a pensar en este 2015 y todo lo que para mi ha conllevado, lo rápido que ha pasado, las cosas que hice y las que dejé por hacer, haciendo que estos días se conviertan en un ratatouille de recuerdos, iniciativas, pensamientos e ideas.

Hace exactamente un año estaba yo en mi amado Buenos Aires, su humedad y su calor, su diversidad y su polución, todo eso me llega al oído hoy de la mano de un tango y su intensa nostalgia. A ese ritmo de 8 pasos de baile recuerdo que empecé el año viajando a Colombia: Pereira, Armenia, arroz y huevos, Pasto, Carnaval de blancos y negros, intoxicación, arroz huevos y plátano, hospitalidad latina, más arroz y huevos, Barranquilla, Cartagena, sol, salsa, playa, arena blanca, Carnaval de Barranquilla, me partí el labio y me fisuré un dedo, mangos y maracuyás, más sol, Valledupar, desierto de la Guajira,  vuelo Bogotá, Museo Botero y vuelta para Argentina.

Viaje a Bariloche y mi amor por sus montañas, sus lagos y su chocolate, excursión a San Martín de los Andes en un tour con jubilados. Trabajar en el Consulado, estudiar y la gran despedida. Reencuentro con mi familia, ¡Dios cuanto los extrañaba! Exámenes, verano y mudanza a Londres, museos, un casting para una película, té con demasiadas pastas y regreso a casa, apenas me dio tiempo de extrañarla. Familia, yoga, estudios y llegada de Danilo. What? ¿En serio ya se acabó el año? AFIRMATIVO.

Así que ahora, a escasas horas de que empiece el año 2016 tengo que preparar mi lista de objetivos, proyectos y metas para el año. La verdad es que soy de esas personas que funcionan por objetivos, aunque a veces me gustaría dejarme un poco más llevar y no estar siempre buscando el norte, me resulta muy cómodo ponerme un objetivo e ir a por él. Fue así como el 1 de enero del 2011 empecé a ser vegetariana, y aquí sigo a base de verde.

Por eso me parece tan importante y fantástico el rito de los proyectos y metas de año nuevo, así que allá va mi lista para el 2016:

1. Terminar la carrera en Junio.
2. Ser más disciplinada con el modo de vida Yoga.
3. Ponerme seria con el blog y crear a su hermano el VLOG.
4. Encontrar un trabajo que me permita ahorrar y escribir (y Vlogear si el punto 3 sale adelante).
5. Concretar mi idea para mi libro.
6. Perfeccionar mi francés.

Creo que ya es una lista bastante ambiciosa si la consigo llevar a cabo así que si lo consigo espero que sigáis leyendo mi blog que será mucho más estupendo y mi vlog que será mucho más divertido ya que me podréis ver por video. Hurra! (por cierto, vlog con v no es por un fallo ortográfico es un video-blog)

¡Os deseo un hermoso y feliz año nuevo!

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